La ira, cólera, rabia, enojo o furia es una emoción que se expresa a través del resentimiento o de la irritabilidad. Los efectos físicos de la ira incluyen aumento del ritmo cardíaco, de la presión sanguínea y de los niveles de adrenalina y noradrenalina.
Las consecuencias que provoca el descontrol de la ira y la agresividad en las personas puede ser:
- Destrucción de las relaciones personales y laborales.
- Producir daño a las personas que quiere y que le quieren.
- Utilización de la ira con mayor frecuencia, aumentando el descontrol y la violencia.
- Desarrollo de otros problemas psicológicos y físicos como pueden ser depresiones, sentimientos de culpabilidad, baja autoestima, problemas cardíacos, de tensión arterial, digestivos, etc.
- Problemas físicos, como presión arterial alta, ataque al corazón.
- Problemas digestivos.
El objetivo del manejo de la ira es reducir sus sentimientos emocionales y el despertar fisiológico que provoca. Si usted no puede deshacerse de las cosas o personas que le provocan enojo, ni evitarlas, ni tampoco cambiarlas, usted puede aprender a controlar sus reacciones.
Tratamiento psicológico:
Primero que nada, es necesario analizar la ira con el paciente:
- Ver que su ira puede ser justa o injusta, innecesaria o adaptativa.
- Aprender que es siempre válida.
- Hacerla adaptativa.
- Manejo emocional de la pérdida de control.
Se trabaja con la técnica de la reevaluación cognitiva y se aplican otras técnicas según las necesidades del paciente.