La anorgasmia femenina o ausencia del orgasmo tras una estimulación normal, es una de las disfunciones sexuales más extendida entre las mujeres: Alrededor de un 30% de las mujeres sufren o han sufrido este tipo de trastorno sexual en alguna de sus tipologías.
El orgasmo o clímax es la contracción muscular genital rítmica acompañada de sensaciones de placer y bienestar sexual que se expanden por todo el cuerpo. El placer del orgasmo está controlado por el sistema nervioso involuntario, es decir, está en nuestra cabeza. El gozo sexual del orgasmo puede venir acompañado de acciones involuntarias como espasmos musculares o euforia.
Los orgasmos varían en intensidad, y las mujeres varían en la frecuencia de sus orgasmos y la cantidad de estimulación necesaria para provocar un orgasmo. La mayoría de las mujeres necesitan un cierto grado de estimulación del clítoris directa o indirecta y no alcanzan el clímax solo con la penetración. Además, los orgasmos suelen cambiar con la edad, por problemas médicos o por los medicamentos que tomes.
Síntomas:
Por definición, los principales síntomas de la anorgasmia son la incapacidad de tener un orgasmo o largas demoras para alcanzarlo, lo que genera angustia. Pero hay diferentes tipos de anorgasmia:
- Anorgasmia de toda la vida. Esto significa que nunca sentiste un orgasmo.
- Anorgasmia adquirida. Esto significa que solías tener orgasmos, pero ahora tienes dificultad para llegar al clímax.
- Anorgasmia circunstancial. Esto significa que puedes tener orgasmos solo en ciertas circunstancias, como durante el sexo oral o la masturbación, o solo con una pareja determinada.
- Anorgasmia generalizada. Esto significa que no puedes tener orgasmos en ninguna situación y con ninguna pareja.
Causas físicas:
Existe una amplia gama de enfermedades, cambios físicos y medicamentos que pueden interferir con el orgasmo:
- Problemas ginecológicos. Las cirugías ginecológicas, como la histerectomía o las cirugías para tratar el cáncer, pueden afectar el orgasmo. Además, la ausencia del orgasmo suele estar acompañada de otros problemas sexuales, tales como la incomodidad o el dolor durante las relaciones sexuales.
- Medicamentos. Hay muchos medicamentos recetados o de venta libre que pueden inhibir el orgasmo, entre los cuales se incluyen medicamentos para la presión arterial, antipsicóticos, antihistamínicos y antidepresivos (en especial los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, ISRS).
- Alcoholismo y tabaquismo. El consumo excesivo de alcohol puede obstaculizar tu capacidad para alcanzar el clímax. El tabaquismo puede limitar el flujo sanguíneo hacia los órganos sexuales.
- Envejecimiento. A medida que envejeces, los cambios normales de la anatomía, las hormonas, el sistema neurológico y el sistema circulatorio pueden afectar tu sexualidad. La disminución de los niveles de estrógeno a medida que entras a la menopausia y los síntomas de esta, como los sudores nocturnos y los cambios de humor, puede tener un efecto sobre la sexualidad.
Causas psicológicas
- Problemas de la salud mental, como la ansiedad o la depresión
- Imagen corporal negativa
- Estrés y presiones financieras
- Creencias culturales y religiosas
- Sensación de vergüenza
- Culpa por disfrutar del sexo
- Abuso sexual o emocional en el pasado
También se pueden observar causas a nivel de pareja que pueden influir en la anorgasmia y que se trabajan en una terapia sexual de pareja.
Tratamiento psicológico y sexual:
El orgasmo está orquestado por el sistema nervioso, así que es esencial romper las barreras de la mente, dejar los miedos y las preocupaciones a un lado y tratar de disfrutar. Además, de manera física, existen algunos métodos para mejorar la vida sexual femenina y aumentar la posibilidad de tener orgasmos o de mejorar y alargar los que ya se tienen.
Para que sea efectivo el tratamiento debe constar de un pilar fundamental: la psicoeducación y la educación sexual. Es importante que las mujeres comprendan la naturaleza de lo que les pasa y de su sexualidad. Por otro lado, es vital que entiendan como irracionales las creencias que atesoran y que carezcan de base real.
Asimismo, y a parte de trabajar los conocimientos y las ideas sobre el sexo, hay que hacer un trabajo práctico. Este debe ser personalizado para cada mujer y que pueda realizar en su casa y debe incluir ejercicios de focalización sensorial y estimulación.
Otros ejercicios que debe practicar, son los ejercicios de Kegel para reforzar el suelo pélvico.
El tratamiento de la anorgasmia dependerá del origen de la misma y será el profesional, tras su diagnóstico, quien especifique la terapia más adecuada para cada paciente en particular. En la mayoría de los casos, el trastorno es producido por causas puramente psíquicas, por lo que la terapia psicológica será uno de los puntos fuertes a tratar.
A parte de estos pilares básicos para el tratamiento de la anorgasmia, algunas recomendaciones que pueden ser de utilidad para solucionar esta dificultad y alcanzar el orgasmo buscado:
- Aprende a conocer a fondo y disfrutar de tu propio cuerpo a solas, reparando en las sensaciones que te evoca y prestando especial atención a aquello que más te agrada.
- Disfruta de cada caricia, pues quizá te pierdas un apasionante viaje por estar pensando continuamente en el destino.
- Recuerda que el clítoris es tu órgano sexual más sensible, por lo que su correcta estimulación puede ser la clave.
- Sexo no es sinónimo de penetración, recuerda que hay muchas más prácticas sexuales capaces de haceros disfrutar al máximo.
- Ten en cuenta que durante el coito puedes estimular de otras maneras tu clítoris, pues la mayoría de las mujeres así lo requieren.
- Comunica a tu pareja lo que te gusta y lo que no, pues no se trata de adivinar lo que el otro siente.
- Potencia tu imaginación y utiliza distintos mecanismos como, por ejemplo, las que puedan llegar a elevar tu placer.