Las consultas a los psicólogos, psiquiatras, neurólogos y otros especialistas se ha disparado entre los adolescentes Chilenos de nuestros país. Los niveles de ansiedad, angustia y depresión son preocupantes y en agosto del año 2022, la universidad Alberto Hurtado publicó un artículo impactante que se titula: “la pandemia silenciosa del suicidio adolescente en Chile.” Ahí Carolina Altimir, académica de esa universidad revela cifras alarmantes de la salud mental de nuestros jóvenes Chilenos.
La académica explica que los adolescentes son especialmente vulnerables al presentar problemas de salud mental debido al periodo de la vida que están atravesando. La transición por la que pasan es muy compleja. “Por un lado, deben enfrentarse a construir y fortalecer su propia identidad y por tanto su autoestima, y en paralelo, deben tomar decisiones muy importantes para su vida a futuro.
Muchas familias tienen la sensación de que sus hijos han adelantado sus procesos de maduración y desde el mundo de la ciencia ya hay datos que respaldan esa percepción. La pubertad se ha anticipado y eso ha encontrado a adolescentes y pre adolescentes sin las herramientas necesarias para enfrentar estos cambios. Según algunos investigadores, esto ha gatillado un aumento de problemas como la depresión, la ansiedad y la ideación suicida, según publica el diario de la Tercera en septiembre del 2023.
Los niños están experimentando factores estresantes antes de que sus habilidades de afrontamiento sean lo suficientemente maduras para manejarlos.
Aarón Cortés, doctor en psicología, investigador de la Clínica Universidad de Los Andes y miembro de la Red para la Atención y Derivación de Adolescentes en Riesgo (RADAR), explica que el adelantamiento de la pubertad también se transforma en un problema porque “hay un cambio hormonal que no necesariamente está al mismo nivel que el desarrollo neurológico de los adolescentes. Ese desarrollo neurológico permite cognitivamente a las personas entender y afrontar ese cambio y mientras antes se produce ese cambio hormonal, mientras más temprano una niña tiene una menarquia, menos posibilidad tiene de entender lo que está pasando en su cuerpo”.
La pubertad precoz pone a los niños y niñas en mayor riesgo de problemas de salud emocional y mental, como ansiedad, depresión, baja autoestima y mala imagen corporal o dismorfia corporal. A medida que continúan madurando, los niños que pasaron por la pubertad temprana también pueden ser más propensos a abusar de sustancias, tener una actividad sexual más temprana (que se asocia con mayores riesgos de embarazo en la adolescencia) y sufrir trastornos alimentarios.
El dilema de las tecnologías
Otro factor relevante es la hiperconectividad a la que se enfrentan nuestros niños cada vez a edades más tempranas.
En octubre de 2022 se dio a conocer en la Revista Chilena de Pediatría, Andes Pediátrica, un estudio en el que participaron diversos organismos dedicados a la salud mental de los adolescentes denominado “Depresión, ansiedad generalizada y riesgo de consumo problemático de sustancias en estudiantes secundarios”, donde participaron 2.022 estudiantes de primero medio a tercero medio en ocho establecimientos educacionales de la zona norte de Santiago (edad promedio 15,2 años). ¿Los resultados? Preocupantes.
El 52,9% cumplía criterios para uno o más problemas de salud mental. Al mismo tiempo, el 35,2% puntuó positivo para depresión, 25,9% para ansiedad generalizada y 28,2% para riesgo de consumo problemático de sustancias. El 26,5% puntuó positivo para dos o más problemas de salud mental. A esto hay que sumar el hecho de que las cifras señalan que los intentos de suicidios han aumentado.
Si bien los datos no son concluyentes, sí se puede decir que muchos adolescentes se ven afectados por el uso de redes sociales en distintas dimensiones: duermen menos, hacen menos ejercicio, pasan menos tiempos con los amigos y se ven influenciados por ejemplos virtuales de belleza y “salud”.
Esto sucede en un periodo de la vida en el que es frecuente poner a prueba los límites y explorar la identidad propia. El resultado combinado de todos estos factores da como resultados cuadros de ansiedad, depresión, comportamientos compulsivos, autolesiones e incluso suicidio.
Daniel Halpern, académico de la universidad Católica publicó hace unos días acerca de una demanda por la que atraviesa Meta e Intagram, donde cada vez se han sumado más estados de USA.
La demanda establece que Meta deliberadamente volvió “adictos” a niños y adolescentes a sus plataformas causando daño físico y mental. Dentro de los efectos, documentaron que cuando los jóvenes se sienten mal con sus cuerpos, Instagram los hace sentir aún peor. Además establecen que ha existido un aumento de la ansiedad y la depresión, y consideran que Instagram es una de las causas. Pese a la gravedad de la situación, no se ha establecido ninguna medida.
Muchos colegios de nuestra capital y de todas las regiones de Chile ya se están ocupando más activamente de este asunto, prohibiendo el uso de celulares a sus estudiantes de la básica y media.
En el congreso y Mineduc también se están presentando leyes para limitar el uso de celulares en adolescentes. La bancada de diputados de Renovación Nacional presentó un proyecto de ley que busca prohibir a los estudiantes el uso de celulares al interior de establecimientos educativos de enseñanza preescolar, básica y media; durante clases y en descansos. Además, en un segundo artículo, la propuesta señala que el Ministerio de Educación promoverá el uso responsable de la tecnología, en particular las vinculadas a la información, la comunicación y la conectividad digital; abordando los riesgos y perjuicios que suponen y asumiendo los aspectos positivos que apoyen en los avances educativos de los estudiantes.