¿Qué es el sexo tántrico?
Es una práctica de origen milenario que concreta el pensamiento filosófico de oriente. El Tantra como filosofía extiende una invitación a vivir la sexualidad dentro y fuera del acto sexual, es una vía para llegar a un estado máximo de conexión energética. El verdadero secreto consiste en tomar al sexo como una ceremonia espiritual.
El Tantra es una manera de experimentar la vida y de convertirse en ella, gracias a sus técnicas que ayudan a encontrar la liberación. No obstante, el Tantra, a diferencia de otros caminos espirituales, no renuncia al sexo. Ocurre más bien lo contrario, pues entiende el cuerpo como sagrado y el sexo como fuente de placer, elevación y meditación.
El Tantra propone experimentar el placer a través del uso de todos los sentidos y partes del cuerpo, incluso llegar al orgasmo de una forma no convencional. Por ejemplo; las mujeres pueden prescindir del contacto vaginal o clitoriano, lo mismo pueden experimentar los hombres sin necesidad de eyacular.
Se base en la existencialidad y en el “aquí y el ahora”, es decir, en el momento presente. De manera indirecta esta actitud hacia la vida afecta a la sexualidad, pues se adopta una mentalidad no enjuiciadora, en la que la persona conecta con su ser y el de su pareja. En este sentido, el sexo tántrico se parece a experiencias desarrolladas recientemente desde el ámbito de la Psicología y que a la vez se inspiran en la meditación, como el Mindfulness.
Quienes tratan de aplicar los principios del Tantra a su vida sexual, asumen que el Tantra les permite vivir con una mayor Libertad y ayuda a desarrollar los sentidosy la manera de amar a los demás. Asimismo, gracias a estar en el momento presente, sería sinónimo de conexión emocional, es fusión con uno mismo y con nuestro amado. El Tantra intensificaría la experiencia sexual porque pone toda la atención en la práctica sexual. La mente y el cuerpo se fusionan e intensifican las sensaciones y la experiencia.
2. ¿Qué se siente?
Al principio puedes sentir nervios, incomodidad, aburrimiento, todo dependerá de ti y tu experiencia en este tema. La paciencia es fundamental, ya que los ejercicios iniciales están orientados al autoconocimiento y a la exploración de la pareja.
Después de un largo tiempo comenzará el contacto físico de todo el cuerpo para localizar las zonas que te gusten y las que no. Como ya se habrá trabajado previamente el conocimiento y el deseo (aunque no lo creas), este acercamiento puede parecerte distinto y más rico. El ejercicio ira avanzando gradualmente hasta que poco a poco comience la estimulación genital y coital pero la finalidad no será alcanzar un orgasmo sino crear un “sube y baja” de excitación. La sensación puede parecerte desesperante y placentera, pero al finalizar te darás cuenta que habrás alcanzado varios.
Los hindúes y los expertos dicen que el sexo tántrico es la comunicación con el universo a través de la energía de los orgasmos, pero para nosotros, los mortales, es simplemente el arte de “no llegar rápido”.
7 Reglas para acercarse al sexo tántrico.
· El presente sagrado.
El presente es, sin duda, la mejor manera de conectar con uno mismo. Poner el foco de atención en el aquí y el ahora hace que nuestra mente no esté rumiando, por lo que nos podemos entregar más a fondo. De hecho, si nos centramos en el pasado o en las expectativas, es muy complicado conseguir no solo el orgasmo, sino la erección. Para el tantra, el unico tiempo que existe es el presente.
En este sentido, en el sexo tántrico las personas se desprenden de deseos y necesidades basadas en la proyección hacia el pasado y el futuro: pensar en el día después al ver a esa persona en un contexto no sexual, reflexionar sobre el «qué dirán», etc. En el Tantra, el presente es considerado como un momento sagrado. Para poder apartar las ideas, pensamientos, recuerdos e imaginaciones, es necesario abrirse a la experiencia de la persona y tomar conciencia sobre el lugar, la situación, la piel de la pareja, su pelo, su olor… Para abrir la puerta del flujo de sensaciones y de energía entre ambos, es necesario centrar la atención en el aquí y el ahora. Esto es posible al practicar la respiración tántrica.
¿Cómo hacerlo?
Justo antes del encuentro sexual, es necesario colocarse frente a la pareja, desnudos, el uno delante del otro. La respiración tántrica se emplea para aquietar el propio y controlar la inspiración y la expiración, de forma que la atención se centre en la entrada y salida de aire por la nariz. Hay que tener los ojos cerrados y hacerlo durante 5 minutos. Cuando uno ha controlado su respiración. Es el momento de conectar con la respiración del otro, fusionar ambas respiraciones. Entonces, nuestra pareja comienza a ser alguien con quien conectamos y disfrutamos de la experiencia como una sola entidad.
· El contacto visual
Hay muchas personas que temen mirar directamente a los ojos a otras personas, pero la mirada dice más que mil palabras. Desnudos el uno frente al otro, es posible aumentar la conexión simplemente manteniendo el contacto sexual.
Nuestro cerebro está preparado para detectar y reconocer matices muy pequeños en el movimiento de los músculos de la zona de los ojos del otro, de modo que buena parte del lenguaje no verbal reposa sobre el acto de entrelazar miradas.
· Control de los chakras (centro de energía)
El Tantra pone el foco de atención en los chakras, que son los centros de energía del cuerpo. Esta práctica favorece el intercambio energético entre los miembros de las relaciones íntimas, que desde esta filosofía se entiende que son seis. Tres del hombre (instintivo-sexual, emocional y mental-espiritual) y tres de la mujer.
Para poder trabajar los chakras, según este conjunto de creencias religiosas, uno debe ponerse boca abajo y la pareja, entonces, puede realizar un masaje por todo el cuerpo, desde los pies hasta el primer chakra, pasando por los 7 principales. Después, el miembro de la pareja que estaba boca abajo se da la vuelta y el otro realiza un masaje desde la coronilla hacia los pies. Una vez que se ha masajeado todo el cuerpo de uno de los miembros de la pareja, los dos cambian de roles. Una vez los hayan experimentado este masaje, están listos para el encuentro sexual.
· Exploración del valle:
El Tantra también se conoce como el culto a lo femenino. Lo femenino hace referencia a las características arquetípicas respecto a la experiencia vital de las mujeres, en el sentido de la ternura, la escucha, la suavidad y sensibilidad, etc. Asimismo, la mujer es la figura creadora de vida, no solo por tener hijos, sino por el especial cuidado que requiere en cuanto a los ciclos y los tiempo en la práctica sexual. El hombre tántrico tiene la predisposición de acompañar y prestar su esencia para que ésta disfrute. Esta especial atención sobre el placer de la mujer, a su vez, repercutirá en el suyo propio. Para trabajarlo, el hombre debe mostrar una actitud de atención plena y atención receptiva hacia el cuerpo de su pareja: Escucharlo, percibirlo, sentirlo con sutileza y en su totalidad. El aumento de excitación de la mujer también proporcionará un inmenso placer al hombre.
· Descubrir el universe nuevo:
Este punto puede parecer similar al anterior, pero mientras el anterior presta atención a las señales que hombre recibe de pareja, o lo que en el Tantra se conoce como Shakti, la diosa. Este conocimiento despierta la conciencia del varón (también llamado Shiva). Pero el cuerpo humano es un universo por descubrir, y existen distintos tipos de zonas erógenas que Podemos ir despertando y descubriendo.
Para hacerlo, los miembros de la pareja deben coger un folio en blanco y dibujar, cada uno, el cuerpo del otro tanto por delante como por detrás. Cada uno colorea con un color distinto las partes del cuerpo de su pareja que considera que son zonas erógenas. Luego llevan a cabo la comparación de sus ideas. En el próximo encuentro sexual, llevan a cabo sus descubrimientos.
· Los distintos ritmos:
Los seres humanos tenemos una gran capacidad de adaptación y la habituación es algo innato en el ser humano. Esto hace que sea necesario ir cambiando los ritmos en el encuentro íntimo con la pareja. Todo en la naturaleza va modificándose, y lo mismo debería ocurrir en el sexo. Es posible emplear la variedad sin necesidad de cambiar de compañero. El cambio de intensidades y ritmos incrementa la energía de excitación y ayuda a tener orgasmos más intensos.
Un ejercicio tántrico que se puede practicar es el siguiente. Cuando los miembro de la pareja están en un encuentro íntimo, deben ir variando el ritmo y la intensidad de las caricias, especialmente en las zonas erógenas. Esto no solo debe hacerse en los preliminares, sino también durante el coito. Por ejemplo, es posible realizar 6 penetraciones suaves y una profunda. También se puede llevar a cabo una combinación 5-1, 4-1, 3-1, 2-1, 1-1 (donde el primer número son las penetraciones suaves y el segundo las profundas) para luego volver a iniciar la secuencia.
· Domingo del orgasm valle:
Son muchas las personas que se interesan por el Tantra para adquirir un dominio en cuanto al proceso eyaculatorio, porque cuando la eyaculación ocurre, el hombre pierde energía física y require de un tiempo para la recuperación. El dominio de la eyaculación nos lleva al orgasm valle, que consiste en el orgasm todo el cuerpo, que no adelanta el fin del coito porque la erección no cede y el clitoris puede seguir siendo estimulado sin molestia.
El orgasmo valle es clave para el mayor disfrute de la relación. Una técnica tántrica para mejorar la conciencia del momento eyaculatorio es la práctica de la percepción del instante previo, es decir, detenerse justo en el momento en que la persona va a eyacular. Pasados unos segundos, es posible volver a la acción. Para favorecer el estado de autoconciencia, es necesario practicar la escucha active de uno mismo y detectar las sensaciones placenteras que llevan al orgasmo pico. En primer lugar, el trabajo se realiza solo. Cuando existe cierto dominio, entonces se trabaja con la pareja.
Los beneficios del Tantra:
Conectar con uno mismo o los demás.
El Tantra es una práctica que nos ayuda a ser conscientes de la energía que nos rodea y de la que nace de nuestro interior. Es pura existencialidad, es estar en el momento presente, en el “aquí y el ahora”. Es una actitud positive hacía la vida, incluida nuestra sexualidad, siempre desde una mentalidad no enjuiciadora y de autoaceptación. En otras palabras, es vivir plenamente. El autoconocimiento que nos brinda el Tantra y la forma de pensar no enjuiciadora característica de esta práctica nos aporta un mayor entendimiento para vivir en libertad, desarrollarnos y, por ende, amar de manera más pura. Los beneficios del Tantra simplemente se basan en experimentar la vida, conectar con uno mismo y con los demás.
Tantra y equilibrio emocional.
La práctica tántrica expande nuestra percepción del mundo y mejorar nuestra salud, nuestra felicidad sexual, nos rejuvenece y nos aporta energía positiva para la vida cotidiana. Como vía hacia el autoconocimiento y superación personal, aumenta nuestra autoestima, así como la capacidad de vivir cada momento, de tomar decisiones y buscar la armonía. Es un método para encontrar el equilibrio emocional y la paz interior, que viste nuestra vida de amor, de plenitud y de goce.
Con el Tantra podemos centrarnos y relajarnos desde nuestro propio centro y desde ahí conectar con nuestro cuerpo, mente y espíritu, que frecuentemente quedan olvidados en una sociedad como la nuestra. Por tanto, persigue el aprendizaje y la gestion eficaz de nuestros eventos internos, permitiendo reaccionar de un modo más consciente tanto en nuestra sexualidad (que nos enseña a usar con madurez) como en las eventualidades del día a día. El Tantra trae consigo una renovación de nuestra energía física y mental, una profundización de nuestra conexión emocional, y una apertura hacia el ámbito espiritual que pone nuestras vidas en una perspectiva más realista y serena.